Por Juan Tomás Valenzuela
La nueva Ley de Partidos
que restringe el transfuguismo,
plantea tirar al abismo
a todos estos mal paridos,
que le acomodan el nido
a dos o tres insolventes,
que quieren ser presidentes
de un pueblo desorejado,
compuesto por iletrados,
que ni oyen, ni ven, ni entienden.
En el caso de Antolín,
este astuto dirigente,
se dice que fueron veinte
los que le quitó a Karim.
Pero como ese botín
hace rato fue gastado,
resulta que este avispado
sin hacer ningún reembolso,
ahora le hace un nuevo endorso
al otro predestinado.
El hombre sacó a Karim
de su Partido emergente,
porque para presidente
al “loco” le falta un chín.
Y pa’colmo, el malandrín
con esa cara de pillo,
se busca al nieto e’Trujillo,
que ni residencia tiene,
pa’ver si con este nene
vuelve y llena sus bolsillos.
No descarten que Ismael,
ondeando su banderín,
le ofrezca un puesto a Karim
para buscarse lo del
o se lo ofrezca a Leonel,
que está en pleitos con Danilo,
pa’inscribirlo en su Partido
y marque las directrices
y que lo ponga a él de vice,
o a Nelson “El Cocodrilo”.
Esa Ley Electoral
que hicieron esos malditos,
debía penar el delito
de manera visceral.
Pues permitirle a un fatal,
creyendo que aquí hay pendejos,
hacer su propio cotejo
para estafar a la gente,
es algo que ciertamente
debía prohibir el Consejo.
Juan de los Palotes
3 abril 2019